Forma parte de la naturaleza humana conocer y ver más allá de la realidad en la literatura, ampliando la creatividad y la búsqueda de la razón, cuyo límite está marcado por la duda, el impedimento de cerciorar la realidad presente en las obras, pone al lector en un ambiente ambiguo.
El objetivo de este trabajo es responder a la pregunta: ¿De qué manera lo absurdo y el sinsentido generan un dualismo entre el ser y el parecer en los cuentos "El Otro yo", "El altillo" y "Acaso irreparable" de "La Muerte y Otras Sorpresas" título del libro de cuentos de Mario Benedetti?
Para ello, comenzaré por exponer la naturaleza extraña de las obras de Mario Benedetti y los temas sobre las realidades presentes en los cuentos elegidos. Además, abordaré la teorización del absurdo y sinsentido; y la conceptualización del ser y el parecer. Analizaré los elementos absurdos y sinsentido en los relatos relacionándolos con el dualismo entre el ser y el parecer. Estos serán analizados por cuento y finalmente se adjuntará toda la información en un mismo capítulo que responda la pregunta de investigación.
El Otro yo, El Altillo y Acaso Irreparable fueron los cuentos elegidos, ya que, tienen temáticas diferentes pero una relación a nivel estilística, caracterizados por tener un enfoque en la ruptura de lo cotidiano y realidad frente a sus personajes
La larga trayectoria de Mario Benedetti (1920-2009) empezó en su país natal, Uruguay, extendiéndose a Latinoamérica. Perteneció a la generación del 45 y fue una de las figuras más importantes de la literatura uruguaya del siglo XX. Benedetti fue uno de los escritores y poetas más reconocidos de la literatura uruguaya contemporánea. Destacó por su estilo inconfundible de describir lo cotidiano burocrático y cantarino, que descubre una realidad vertebrada descrita con un lenguaje realista
El crítico literario, Toro (2005) afirma que “El estilo de Benedetti presenta un neorrealismo de la cotidianeidad humana, entre coloquial, cantado o devorante con personajes burocráticos, sórdidos y alineados” (p. 737). Expresa la insuficiencia humana por el vacío de las convenciones burguesas y el aburrimiento de una vida desprovista de sentido. En el estilo de Benedetti sobresalen hechos que establecen espacios de tiempos no definidos, con personajes fantásticos perdidos en la carencia de la noción del tiempo, caracterizados por el humor y la violencia.
Por otro lado, la crítica literaria, Sánchez (2020) afirma que “Benedetti destaca el dualismo de la sencillez, profundidad y el polifacetismo, nos presenta una realidad ficcional reflejada en la experiencia humana, ligados al amor, la vida y la memoria” (p. 243). Benedetti nos presenta dos naturalezas paralelas dentro de una irrealidad, mostrando la falta del sentido en la vida de los personajes que no tienen propósitos definidos, por consiguiente, sus vidas van de la mano con hechos extraños para darle sentido a las mismas.
La Muerte y Otras sorpresas fue publicada en el año 1968, compuesta de casi una veintena de narraciones independientes y autónomas, pero interconectadas. Este libro se destaca por el carácter irónico e inesperado de los temas y la conexión de relatos a nivel estilísticos. Esta conexión está dentro del juego de doble plano, entre la realidad y la irrealidad, entre el ser y el parecer, donde la muerte destapa verdades, generando apariencias.
La crítica literaria Zeitz (1975) afirma que “El juego entre la realidad y la irrealidad en la novela permite que la búsqueda de la identidad encuentre un dualismo entre el ser y el parecer, lo cual provoca una crisis de identidad” (p. 637). Por otro lado, el crítico literario Tapial (2002) afirma que “Los personajes que son apresados en la cotidianidad cobran un especial relieve en virtud de un juego entre la realidad y la irrealidad que les provocan la búsqueda de la identidad y de una existencia mejor” (p. 311). Es importante recalcar que ambos críticos literarios coinciden en un plano donde se juega con la realidad e irrealidad y los personajes buscan una identidad, debido a una crisis de la misma al no diferenciar lo que son y lo que aparentan ser.
Los personajes atrapados en la cotidianidad se presentan en un plano que se ve interferido por un elemento sorpresa, la muerte, ya sea mental o física, rodea a todos los personajes en su totalidad, jugando con la realidad e irrealidad dentro del relato. Se indaga temas de la incapacidad de la comunicación, la soledad, el deterioro por el paso del tiempo, el miedo, la imposibilidad de amar y la rutina, todos estos compuestos en una sola realidad que al mismo tiempo podría ser la irrealidad presente en la obra.
El sinsentido es una estrategia literaria que rompe las paradojas del sentido de Deleuze (1969), implica la suspensión del sentido, sucediendo cuando se presenta -
Lo absurdo señala una falta de coherencia y correspondencia en contra de la razón y percepción de la realidad. Caracterizándose por dos rasgos fundamentales: la supresión del principio de contradicción y la negación del principio de identidad (Heacker, 1956, p. 116).
En la contradicción, lo absurdo permite a dos acciones mostrarse como verdaderas y falsas al mismo tiempo. En cambio, la identidad ve la esencia irrefutable del ser, donde el lector percibe a los personajes fuera de su identidad, estando en un no-ser. Además, destaca el tiempo cronológico literario, ya que, sin este se generan problemas en el espacio-tiempo.
Lo absurdo afecta la representación de los personajes y la percepción de la realidad de los lectores representándose en las siguientes formas -
En el cuento “Hijo del alma” (Pardo Bazán), un niño fue engendrado cuando su padre estaba muerto, no tenía cuerpo porque era un producto de la unión de su madre con el alma de su padre. La cualidad se presenta en el conflicto interno del niño, pues es un alma que ha perdido su cuerpo, donde su cualidad de ser humano es inexistente.
En la obra “Esperando a Godot” (Beckett), muestra una espera transgredida, que carece de sentido y nunca se concreta. Se presenta la modalidad debido a la espera absurda, no tiene ninguna finalidad, presentando un conflicto como consecuencia de la ausencia del tiempo, la función de la espera se vería contradicha
En la novela “El caballero inexistente” (Calvino), Aguilulfo es una armadura que no tiene cuerpo y se mueve solo por su fuerza de voluntad. La relación se presenta mostrando a un caballero inexistente participando en la guerra que convive con los demás a pesar de su extraña condición.
La apariencia y esencia de los personajes literarios manifiesta una realidad única a partir de la confusión producida entre lo que son y lo que quieren aparentar. Este concepto aparece como una forma literaria, un diálogo significativo y simbólico con la realidad girando en torno a la oposición entre lo que es y lo que se parece ser. La apariencia se da a entender como una variedad del ser, donde ambos conceptos tienen la necesidad uno del otro.
Esto implica que la apariencia del personaje no coincide necesariamente con él mismo. Se puede identificar en la novela “El lazarillo de Tormes”, caracterizada por presentar un mundo basado en apariencias, en la que los amos del Lazarillo padecen esta dualidad por aparentar lo que no son. El crítico literario, Weiner (1970) afirma que -
El autor presenta un escudero que por la fuerza de la honra no puede hacer trabajo manual y vive en un mundo de apariencias. Esta fuerza que genera leyes negativas, a la vez, le obliga a dar la impresión de que come cuando en realidad no come, y que viste bien cuando no dispone de medios económicos para comprar traje (p. 45).
Se puede afirmar que, en este concepto de la honra, el escudero se ve obligado a dejar de proyectar lo que es, cayendo en el mundo de las apariencias. En la literatura el ser y el parecer está esencialmente ligado a temas que desafíen las realidades y cotidianidades. Su relación se entiende a través de las apariencias y percepciones del contexto de la historia, en la esencia del personaje, mostrando una realidad basada en engaños. La esencia de la realidad original perdida deja una ambigüedad en la diferenciación entre lo que es y lo que no es
El Otro yo muestra dos personalidades en un mismo personaje. Se presentan dos perspectivas de Armando, un yo caótico y un yo sensitivo, quienes entran en conflicto en donde el yo caótico asesina al yo sensitivo. Además, presenta situaciones absurdas que posicionan al lector dentro de la ambigüedad de no saber cuál es el ser y el parecer, perdiéndose en la otredad. Por ejemplo, el uso del pretérito imperfecto en “Se trataba de un muchacho corriente” (p. 83), el deseo de la vulgaridad, la presencia del otro yo y la contradicción con la cotidianidad.
El narrador del relato describe al yo caótico a través de la desordenada vida de Armando, no tenía rumbo y reinaba el desorden, era una persona irresponsable, vaga, muy despreocupada y vulgar, “en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta” (p. 83). En cambio, las características del yo sensitivo eran subjetivas e interconectadas destacando su melancolía y sensibilidad. Dan entender una otredad, presentando el principio del “Otro” por Jacques Lacan (1964), aludiendo a lo absolutamente ajeno que va más allá del yo, trascendiendo de lo imaginario.
Se puede identificar la cualidad y relación frente ambos yo presentados. La cualidad destaca la esencia de Armando dividida e interferida por su Otro yo, este niega su identidad y le impide ser él mismo. Cómo se mencionó, “Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo” (p. 83), se presenta a dos yo diferentes que generan la pérdida de la noción de quién es Armando en realidad.
En cuanto a la relación, se demuestra a través de la interacción de Armando con su Otro yo, el cual no existe físicamente. Se mencionó, “En el primer momento, el muchacho no supo qué hacer, pero después se rehízo e insultó concienzudamente al Otro yo” (p. 83). El Otro yo es el personaje inexistente que hace que la interacción de ambas partes sea absurda.
Por otro lado, el uso del pretérito imperfecto, “Se trataba de un muchacho corriente” (p. 83), junto al deseo de ser peor representan la modalidad. El pretérito imperfecto muestra una enseñanza de ser peor demostrada en “Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo” (p. 83). La ideología de Armando transgrede la cotidianidad del deseo a ser mejores y enseña la libertad de elegir lo vulgar, generando un sinsentido y contradicción en la norma de lo cotidiano.
Los elementos absurdos mencionados, la cualidad, relación y modalidad, dan pase al dualismo generado entre el ser y el parecer; mostrando una realidad basada en engaños y el cuestionamiento del lector sobre quién es Armando en realidad, ocasionando la diferenciación de lo que es y lo que se aparenta ser. Benedetti hace que el lector tenga la libertad de elegir qué perspectiva de Armando tomar como real e irreal, sin embargo, deja a flote esta ambigüedad.
El Altillo está relatado en primera persona protagónica, en el que Albertito cuenta algunos ámbitos de su vida intrascendentes, destacando su anhelo de poseer un altillo. Se resalta que Albertito es fronterizo y busca la soledad para ser
una persona con ojos de dominador, tratando de reestructurar su identidad. En el relato, se presentan diversos elementos absurdos que sitúan al lector en una atemporalidad carente de sentido, generando una dualidad entre el ser y el parecer. Presentados en la contradicción entre su vida humana y su vida deseada, la discrepancia entre su identidad de dominador y fronterizo, y los conceptos de azotea y altillo.
La identidad de dominador refleja el placer de observar la cotidianidad de los demás protegido por la distancia, el observador es capaz de detenerse en los demás sin ser visto. En cambio, la identidad de fronterizo busca la soledad como reflejo su intimidad, destacando el sentimiento de exclusión sin pertenencia, Albertito afirma -
Ignacio nunca hizo sentirme extranjero, ni intruso, ni enemigo, ni pesado, ni ajeno; pero yo sentía todo eso por mí mismo, sin necesidad de que nadie me lo recordara. Para huir, para escapar de algo que uno no sabe bien qué es, hay que hacerlo solo (p. 19).
Se identifican dos hechos diferentes en la cualidad frente a las identidades mencionadas. El primero presenta la vida humana de Albertito interrumpida por su vida deseada afectando su esencia, generando lapsus temporales y recuerdos intrascendentes, olvidando su vida humana como tal. Se refleja en “No sé exactamente cuándo. Siempre se me mezclaron las fechas. Acabo de hacer algo y sin embargo me parece muy lejano” (p. 20). Los hechos relacionados al anhelo del altillo presentan la cualidad, haciendo que Albertito pierda su esencia de humanidad.
El segundo hecho que refleja la cualidad, es la identidad de dominador atentando contra la identidad de fronterizo. Se deja de lado su esencia y su nueva identidad se fabrica a través del vínculo de la soledad y la muerte. La identidad de dominador mata a todo ser que lo interpone desarrollar su nueva identidad, “dije perdón y le cerré los ojos” (p. 22), se sobrepone a la identidad de fronterizo, y la esencia de extranjero de Albertito se pierde, generando una nueva identidad externa a quién es en realidad.
Finalmente, el tercer hecho presentado en la modalidad, el concepto de azotea se ve contradicho por el concepto de altillo. En la cotidianidad una azotea se entiende como una trastienda, “la gente cuelga allí su ropa interior, amontona trastos viejos, ...” (p. 18). Sin embargo, Albertito lo relaciona con el altillo, viéndolo como un espacio propio de soledad, donde “dominar las azoteas es aproximadamente lo mismo que dominar las intimidades” (p. 18). Se deja de lado el concepto cotidiano de trastienda viéndose como un escape hacia la soledad para observar la cotidianidad de los demás con “ojos de dominador”
Los elementos absurdos mencionados, la cualidad y modalidad, dan pase al dualismo generado entre el ser y el parecer; mostrando una realidad basada en anormalidades atemporales carentes de orden y sentido que busca una reestructuración de la identidad de Albertito, perdiendo su esencia y cayendo en las apariencias. La soledad, mediocridad y muerte forjan esta nueva identidad ambigua generando el cuestionamiento del lector sobre quién es y quién fue el verdadero Albertito.
Acaso irreparable es un cuento donde la realidad presentada por Sergio Rivera aparenta una normalidad que se distorsiona tras los cambios sucesivos del vuelo LCA 914. Presenta un choque de dos realidades distintas donde al final se percibe que Rivera llevaba varios años muerto. A lo largo del relato se presentan elementos absurdos que ponen en cuestionamiento lo que es y lo aparente tras la presencia de dos realidades confrontadas. Estos serían las realidades distorsionadas, la espera absurda y el escenario del cuento ambiguo dado en el relato.
La realidad viviente, dada por Rivera es una espera infinita del vuelo para su viaje de trabajo y realizar una serie de entrevistas. Por otro lado, al mismo tiempo en la realidad difunta, Rivera llevaba muchos años muerto tras un accidente de avión. Se entiende que Rivera es capaz de ver el mundo de los vivos estando muerto. No es él ni los demás espíritus quienes regresan al mundo de los vivos, sino los vivos quienes se aparecen en este mundo de vivos ocupado por los muertos, “De vez en cuando una voz femenina, anunciaba la llegada de un avión, la partida de otro. Nunca, por supuesto del vuelo 914 de LCA” (p. 113).
Frente a las realidades presentadas se puede identificar la cualidad, la realidad viviente interferida con la realidad difunta generando la pérdida de la identidad de Rivera. Demostrándose cuando, “Se probó a sí mismo tratando de recordar algún nombre, uno solo, y se entusiasmó como nunca cuando verificó que ya no recordaba ninguno” (p. 113). La realidad viviente está estableciéndose en primer plano siendo aceptada por Rivera como elemento central de su existencia, haciendo que su vida anterior se pierda. Sufre una metamorfosis de identidad en la que pierde su esencia, olvidando quién es en realidad.
El segundo hecho basado en la modalidad, es la espera absurda frente a la incertidumbre del vuelo. A lo largo del relato se dice “LCA comunica que, en razón de desperfectos técnicos, ha resuelto cancelar su vuelo 914 hasta mañana, en hora a determinar”. Este suceso se da de manera rutinaria donde el paso del tiempo se pierde volviéndose una cotidianidad en la realidad viviente de Rivera. Convirtiéndose en una espera sin sentido donde el concepto de espera cotidiana se ve contradicho con una espera sin finalidad.
Finalmente, el último hecho se ve en la relación, en la estructura de ambas realidades, los muertos viven en un mundo de vivos e interactúan con el mismo. Presenciando en “cada vez más rodeado de mecánicos en overoles, largas mangueras, jeeps que iban y venían” (p. 113). Se afirma que los muertos tienen la habilidad de convivir con los vivos, generando una incongruencia donde los seres inexistentes interactúan con los existentes dentro de dos realidades distintas, pero entrelazadas.
Los elementos absurdos mencionados, la cualidad, modalidad y relación, deja en duda cuál es el escenario real del cuento. La realidad difunta se entrelaza con la realidad viviente, el protagonista trata de comprobar su existencia, buscando mantenerse vivo y perdiendo su realidad donde está muerto. Se cae en una ambigüedad, generando una transformación del ser al no ser, hace un cuestionamiento al lector sobre cuál es el verdadero ser y cuál es el no ser aparente.
El Otro yo, El Altillo y Acaso Irreparable tienen la característica de un narrador homodiegético que implica la narración protagónica en la mayor parte del desarrollo de las historias. Por ello, el narrador es uno de los elementos principales de la confusión generada por Benedetti. Asimismo, cabe recalcar la representación de la vida ordinaria de los personajes en el universo urbano, la mediocridad y la rutina. Además, se tocan temas como la soledad, las crisis de identidad, los anhelos y la debilidad. Estos presentan mundos complejos internos que no son satisfechos y por tanto acuden a las apariencias de su identidad.
Se presentan elementos sin sentido como la atemporalidad, los tiempos no lineales e irracionales, los saltos y lapsus temporales que dan una indefinición en la noción del tiempo de los personajes. Generan una ruptura en el orden de acciones del relato incitando a una irracionalidad sin una explicación racional dando paso a más de un sentido posible y así presentar una inverosimilitud que permanece en el ámbito de lo irreal.
También está muy presente el tema doble, donde dos incorporaciones de un mismo personaje coexisten en un mismo espacio, esto causa que se genere más de un sentido posible. Genera el cuestionamiento del ser y el parecer, debido a que presenta una incongruencia en cuanto a las realidades y apariencias de los relatos. Asimismo, la muerte vendría a ser un catalizador de lo absurdo, ya que representa un enlace en donde el yo alude o acaba en la muerte. Es aquella que le da la irracionalidad al cuento al presentarse como un sinsentido frente a las realidades presentadas.
En cuanto a las formas del absurdo presentadas en los cuentos generan un dualismo en el ser y parecer de la siguiente forma -
Como se ha presentado, tanto lo absurdo como el sinsentido son estrategias narrativas que generan que el lector se cuestione, en cuanto al ser y lo que parece ser en los relatos frente a los elementos irracionales presentados. En donde se rompe la norma de lo cotidiano, mostrando la falta del sentido en la vida de los personajes que no tienen propósitos definidos y vidas insatisfechas, por tanto, sus vidas van de la mano con hechos extraños para tratar darle sentido a las mismas.
Benedetti emplea estas estrategias narrativas porque busca confundir al lector mediante cuentos insólitos que no necesitan quedarse en la simplicidad. Es por ello que conquista y moviliza al lector en un neorrealismo de la cotidianidad humana, matiza su estilo en la lectura representando un ambiente enriquecedor donde juega con la noción del sentido de la realidad percibida por el lector y lo traslada a una dualidad del ser y el parecer.
El análisis realizado demostró que en El Otro yo, El Altillo y Acaso Irreparable de La Muerte y Otras Sorpresas de Mario Benedetti genera un dualismo entre el ser y aparecer. Se ha podido afirmar que esto se demuestra debido a los elementos absurdos y sinsentido presentados en los cuentos. Estos dejan en pie incertidumbres, ambigüedades e irracionalidades que ponen al lector en duda acerca del escenario real del texto. Se genera un cuestionamiento en lo que es y lo que parece ser tras las apariencias de los personajes frente a la cualidad, modalidad y relación de lo absurdo y la atemporalidad, el tema doble y muerte del sinsentido.
Benedetti hace posible este cuestionamiento del ser y el parecer frente a lo absurdo y sinsentido, buscando responder a la pregunta de cómo es la transición del ser al no ser. Por ello, emplea personajes atrapados en la cotidianidad que buscan un sentido en sus vidas insatisfechas, pasan una transformación donde su identidad, los espacios temporales y los conceptos racionales en la cotidianidad se pierden. Por consiguiente, estos aluden a las apariencias, dando paso al dualismo del ser y el parecer de sus cuentos.
Finalmente, este trabajo me ha permitido descubrir el modo en que un autor puede reflexionar sobre temas profundos y complejos desde la literatura, me ha abierto las puertas a nuevos escenarios literarios y ha mejorado mi capacidad de análisis. Además, me ha propiciado un gran interés por las novelas fantásticas que desafían la racionalidad y lógica del lector. Sobre todo, esto, me ha ayudado a crecer como persona en el ambiente literario y ha aumentado mi capacidad de redacción de ensayos de nivel superior teniendo en cuenta el formato respectivo.
Becket, S. (1970). Esperando a Godot. Barral Editores.
Benedetti, M. (1968). La Muerte y Otras Sorpresas. Editorial Sudamericana.
Calvino, I. (2005). El caballero inexistente. Editorial Siruela.
Heacker, T. (1956). La joroba de Kierkegaard. Ediciones Rialp.
Pardo Bazán, E. (1964). Hijo del alma. Editorial: Aguilar.
Pérez, J. (2016). Las formas del absurdo y el sinsentido en la literatura. UNED Revista Signa, 25, 865-877.
Sánchez, B. (2020). Una lectura atenta a la literatura de Mario Benedetti. Estudio de diversos recursos y tópicos benedittianos. Ejemplificación de ellos en el cuento “Bolso de viajes cortos”. Tenso Diagonal, 10, 241-252. https://bit.ly/3ObHnpT
Tapial, J. (1992). Novelas y cuentos de Mario Benedetti. (Tesis de Doctorado). Recuperada de la universidad complutense de Madrid facultad de filología
Toro, C. (2005). Introducción a la historia de la literatura hispanoamericana. A.F.A Editores Importadores S.A.
Weiner, J. (1970). Una incongruencia en el tercer tratado de “El lazarillo de Tormes” Lázaro y el escudero en el río. Revista Signos, 4(2), 45.https://bit.ly/3bhVgEq
Zeitz, Eileen M, (1975), «Los personajes de Benedetti: En busca de identidad y existencia», en Cuadernos Hispanoamericanos nº 297, 635-644. https://bit.ly/3HJoV5B