History HL's Sample Internal Assessment

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¿En qué medida fueron exitosas las estrategias bélicas implementadas por Stalin como método de preparación a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)?

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Identificación de fuentes

La preparación bélica de la Unión Soviética para la Segunda Guerra Mundial (SGM) fue un proceso complejo que comenzó varios años antes de 1939. Desde la llegada de Stalin al poder en 1924, la Unión Soviética se enfocó en la construcción de una industria pesada, la modernización de su ejército, el mejoramiento de su economía y la erradicación de toda oposición hacia el régimen.

 

En este trabajo se pretende dar respuesta a la pregunta: ¿En qué medida fueron exitosas las estrategias bélicas implementadas por Stalin como método de preparación a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)?  Se utilizarán diversas fuentes que brindarán información necesaria para la investigación.

 

Dos de ellas son "Estalinismo en guerra 1937-1949" de Mark Edele, experto en la Unión Soviética y la Segunda Guerra Mundial, y el capítulo 3 de "Historia del comunismo" de Richard Pipes, especialista en la historia de Rusia y la Unión Soviética.

 

En el caso de la primera, es una fuente valiosa, porque fue elaborada por un experto con vastos estudios en el campo de la historia soviética y la Segunda Guerra Mundial. Además, en cuanto al contenido se trata con detalle el tema de los preparativos bélicos a la Segunda Guerra Mundial, dedicándole un capítulo específico; en donde agrega citas, fechas y cifras. Por último, el propósito del libro es valioso porque informa a través de un enfoque social, militar y económico acerca de este periodo en el tiempo.

 

Sin embargo, en cuanto a su limitación podría considerarse lo extenso de su contenido, ya que se enfoca en temas que van más allá de los preparativos bélicos y el desempeño en la IIGM.

 

Su pertinencia recae en la información específica sobre la URSS durante la IIGM, ya que abarca con mucho detalle y análisis el tema a seguir en dicho trabajo. Además de ser elaborada por un historiador acreditado en el tema.

 

Mismo es el caso de “Historia del comunismo”, valiosa por ser elaborada por un historiador reconocido con una sólida investigación en relación con Stalin y la IIGM. Al hablar de contenido, su valor recae en tratar específicamente la preparación que Stalin le dio a la URSS para la IIGM. Adicionalmente, se presentan fechas, cifras y citas de otros autores que hacen su contenido más preciso. Por último, en el propósito, el valor radica en el enfoque crítico, consecuencia del propósito informativo del libro.

 

En contraste, el capítulo 3 de Historia del comunismo resulta limitado debido a que se trata de un fragmento resumido dentro de un libro, lo que impide que se profundice adecuadamente en el tema abordado.

 

Su pertinencia es dada gracias a que Pipes es un académico reconocido a nivel mundial, por lo que la información presentada puede llegar a ser extremadamente valiosa. Además, la información analítica permite el cuestionamiento - un aspecto clave del trabajo - Además, las fuentes son de historiadores de diferentes nacionalidades de modo que la manera de interpretar los hechos otorga diferentes perspectivas sobre lo que se considera como “efectivo”.

Investigación

Durante la Segunda Guerra Mundial (IIGM) entre 1939 y 1945, la Unión Soviética se preparó anticipadamente, antes de su entrada como combatiente en 1941. Joseph Stalin implementó varias estrategias bélicas en la década de 1930 para preparar al país. Aunque algunos las consideran efectivas y clave para la victoria, otros cuestionan la necesidad de medidas tan drásticas.

 

Se sabe que antes de la década de 1930, la URSS carecía de industrialización y poseía “(…) un sistema económico en crisis profunda” (Edele, 2022, p. 61). Por lo que era más que improbable que la URSS pudiera hacer frente a una guerra tan masiva como la SGM. Stalin, nada contento con la situación, decide cambiar el sistema soviético a través de diferentes sectores.

 

Económicamente hablando, Edele (1998) establece que “(…) las medidas edificaron los pilares básicos del estado bélico que venció en la Segunda Guerra Mundial”, estableciendo que fueron estos cambios económicos los que -junto con otras medidas- determinaron la victoria de la URSS. En esencia, una economía preparada para la guerra debe ser capaz de producir comida suficiente para toda su población, así como las armas necesarias; y Edele establece que “(…) los soviéticos lograron ambas cosas, si bien a un coste increíble, un rendimiento muy deficiente en comparación al de los Estados bélicos democráticos”. A través de los planes quinquenales -específicamente el primero y el segundo- y la colectivización forzosa se logró la mejora de la industria y el sistema de producción, tanto así que la URSS logró posicionarse dentro de las potencias industriales. A lo largo del tiempo, el esfuerzo por parte de las masas de aumentar la producción industrial siguió creciendo; “(…) se comprobó que la mayor parte de los objetivos había sido lograda plenamente. La producción industrial había sido casi triplicada con respecto a los niveles de 1913” (Gibelli, 1973, p. 584). De modo que aquella decisión tomada por Stalin empezó a cobrar frutos. Sin embargo, otros -o incluso los mismos- historiadores reconocen que también se generó un desequilibrio en dicha industria y “(…) una cruel etapa de sufrimientos durante los periodos de adaptación a las nuevas directrices económicas” (Salvat editores, 1999), lo cual hace referencia a los grandes estándares de producción que Stalin establecía y la presión que se ejercía sobre la sociedad para cumplirlas.  Con el fin de lograr lo establecido en los planes quinquenales, se producía material en grandes cantidades a una alta velocidad, generando una mala calidad en sus productos; la URSS veía más conveniente la cantidad a la calidad.  Además, su pronta preparación para la guerra generó acumulación de material que con el tiempo se volvió anticuado.

 

En cuanto a la colectivización, esta resultó efectiva hasta cierto punto, ya que como bien menciona Harrison (2010) -

  • No hubo hambrunas urbanas, (...) pero se logró proteger el suministro al ejército, la industria de defensa y a la población urbana. El resultado fue el contrario a la experiencia de la Primera Guerra Mundial (…) precisamente el resultado que se buscaba con la colectivización. (p. 23-24).

Por lo que se puede afirmar que la colectivización en general fue beneficiosa para la preparación de la SGM debido a que el control de la tierra y la producción agrícola permitieron al régimen dirigir los recursos y la fuerza laboral hacia la producción de alimentos y suministros para el ejército y, en menor proporción, a la población civil. A pesar de esto,

  • sus consecuencias serían catastróficas: se arruinó la agricultura rusa, en primer lugar, por el hecho de deportar a los granjeros más emprendedores, y en segundo término, por el de privar a los campesinos de los koljoses de una participación en la propiedad de las tierras (...). (Pipes, 2001, p. 86).

Dichas consecuencias, terminarían por opacar sus otros aportes positivos a la preparación para la IIGM.

 

En cuanto al ámbito militar, los Aliados declararon victoria el 8 de mayo de 1945. Aquello engloba las diferentes victorias que demuestran como “los soviéticos tenían «efectividad militar».” (Edele, 2022, p. 41). Pudieron derrotar a los polacos, finlandeses, japoneses y, sobre todo, a los alemanes en la Batalla de Stalingrado. El fracaso de la Operación Barbarroja demuestra como la URSS, a pesar de sus obstáculos, logró salir adelante. Su estrategia tuvo que ver con la motivación que Stalin consiguió de parte del pueblo soviético, él “(...) sabía que los pueblos soviéticos estarían más dispuestos a dar su vida por su país que por la ideología comunista”. (Beevor, 2012, p. 473). Por lo que “(…) se exhortó a la nación a luchar por la «Sagrada Rusia»” (Pipes, 2001, p. 104) más que por el comunismo que supuestamente el gobierno representaba.

 

La Unión Soviética también fue capaz de producir grandes cantidades de armamento militar, incluyendo tanques, aviones y armas. Esta producción masiva fue posible gracias a la planificación económica y la movilización de recursos anteriormente mencionados y como “(...) toda la estrategia de los años de preguerra se basó en la premisa de acumular enormes cantidades de armas” (Edele, 2022, p. 45). Sin embargo, como se ha explicado, esto generó falta de eficiencia a lo largo de la guerra, ya que el material terminó siendo obsoleto. Es esta una de las razones por las que hubo una modernización parcial del ejército rojo, como menciona Edele (2022), “(...) no siempre sabían leer un mapa o emplear una brújula y, en muchas ocasiones, la tropa no estaba ni alfabetizada” (p. 61), lo cual significó una falta de preparación de parte de Stalin para su ejército y una pérdida de soldados; si bien era efectivo al ganar sus batallas, el costo para ello era muy alto.

 

Por otro lado, a pesar de que Stalin pudo haber tenido un plan bélico efectivo, las purgas estalinistas tuvieron un impacto determinante al cortar cualquier desarrollo previo a la guerra.

 

A finales del Gran Terror, “(...) ya no quedaba oposición alguna ni en su imperio ni en su partido” (Edele, 2022, p. 58). De esta manera, las purgas cumplieron con su objetivo: nadie contradecía a Stalin, convirtiéndolo en un tirano y dictador. Lowe (1993) menciona que las purgas sirvieron para eliminar a posibles sustitutos, dejando graves consecuencias, tanto en el ejército como en el gobierno y la industria (p. 199). Sin embargo, si bien esto pudo facilitarle la toma de decisiones durante la guerra, también generó un gran descontento, que a su vez limitó la preparación militar, ya que “(...) esta purga afectó, de un modo u otro, no solo a soviéticos ordinarios, sino que pereció todo un panteón de héroes, lo cual desestabilizó la útil línea ideológica de culto al héroe y patriotismo soviético.” (Edele, 2022, p. 70). Las purgas empezaron dentro de los miembros del partido, se extendieron al Ejército Rojo y por último a la sociedad.  De esta manera, sus oficiales más experimentados y los “viejos bolcheviques” fueron asesinados, como bien evidencia Beevor (2012), “la purga del Ejército Rojo había hecho que quedaran solo oficiales sin experiencia de mando al frente de divisiones” (p. 564), una situación que afectó al desenvolvimiento de la URSS en la Segunda Guerra Mundial.

 

No obstante, es importante reconocer que también, a pesar de las grandes pérdidas, la URSS tuvo una mejor estrategia militar que Alemania, que se evidenció en la batalla de Stalingrado, ya que “(…) los contraataques soviéticos, aunque costosos y pocas veces coronados por el éxito, lograron al menos retrasar el avance de los alemanes” (Beevor, 2012, p. 578). El invierno crudo de la URSS y las tácticas de las tierras quemadas fueron también favorables para el Ejército Rojo, pero, aun así, si de preparación se habla, “(…) en septiembre de 1939, la Unión Soviética estaba peor preparada para esta contienda que en 1937. Y en 1941 las lealtades estaban lo bastante divididas” (Edele, 2022, p. 70), una situación que justamente se dio por el descontento social y el estancamiento militar, industrial y político que el Gran Terror trajo consigo.

 

Después de analizar diversos autores acerca de las estrategias bélicas de Stalin en la URSS durante la Segunda Guerra Mundial, se concluye que sus métodos no fueron muy eficientes. A pesar de obtener ciertos resultados, no lograron minimizar los daños totalmente, ya que podían movilizar la guerra, pero a un costo increíble. Además, algunos preparativos fueron contraproducentes, como la colectivización forzosa, la cual creo campesinos descontentos u obreros que no querían arriesgar su vida por el régimen. La necesidad de estar completamente preparados para la guerra determinó el costoso desarrollo de la URSS, aunque fue efectivo.

Reflexión

Gracias a mi trabajo, he experimentado de primera mano los obstáculos que enfrentan los historiadores durante la investigación. Al elegir la preparación bélica de Stalin para la Segunda Guerra Mundial como tema de investigación, me encontré con mucha información que no sabía cómo centralizar en mi tema. Mientras más leía, más me iba por las ramas, lo que me llevó a cambiar el enfoque varias veces antes de determinarlo. Al buscar información histórica y relevante con diferentes perspectivas, me di cuenta de lo complicado que puede ser seleccionar fuentes precisas para un tema en específico, sin expandirse demasiado y terminar investigando sobre un enfoque distinto.

 

La variedad de perspectivas también dificultó el desarrollo de una conclusión. Mientras algunos historiadores establecen que la URSS ganó la guerra a pesar de Stalin, otros reconocen que ciertos métodos y estrategias bélicas de Stalin fueron necesarios para ganar la guerra. Me cuestioné si la victoria de la URSS en la contienda militar podría haber sido lograda a través de otros métodos y en otras circunstancias, pero pronto reconocí que la situación de la URSS era diferente. Su industria y economía no se podían comparar con las de otra potencia democrática, por lo que no era justo evaluarlas de la misma manera. Este dilema me hizo darme cuenta de la importancia de no dejar que los valores e ideas personales influyan en el desarrollo de una conclusión, ya que a pesar de que la imparcialidad completa no exista en la historia, es de vital importancia hacer lo posible para evitarla para así no construir una conclusión sesgada.

Bibliografía

Gibelli, N. (1973). Historia de las Revoluciones. 2 (1). Cuántica S. A. Ediciones.

 

Salvat editores. (1999). Historia Universal. Las guerras mundiales, 19 (1). Barcelona, España: Salvat editores.

 

Edele, M. (2022). Estalinismo en guerra 1937-1949. Desperta Ferro Ediciones.

 

Fernández, A. (2002). Sobre el terror estalinista: la documentación desclasificada. Cuadernos de Historia Contemporánea, 24, 301-315. Recuperado el 18 de febrero de  https://revistas.ucm.es/index.php/CHCO/article/view/CHCO0202110301A

 

García, L. (1960). Fuerzas comunistas contra la coexistencia pacífica. Revista de política internacional, 166 (52), 35-38. Recuperado el 18 de febrero de https://www.cepc.gob.es/publicaciones/revistas/revista-de-politica-internacional/numero-52-noviembrediciembre-1960-0

 

Beevor, A. (1998). Stalingrado. Recuperado el 20 de febrero de https://www.planetadelibros.com.pe/libro-stalingrado/205485

 

Hartmann, C. (2018). Operación Barbarroja: La guerra alemana en el este 1941-1945. Recuperado el 20 de febrero de https://www.amazon.com/-/es/Christian-Hartmann-ebook/dp/B07FPQ7N9H/ref=tmm_kin_swatch_0?_encoding=UTF8&qid=&sr=

 

Pipes, R. (2002). Historia del comunismo. Mondadori, p. 77-106.

 

Lowe, N. (1993). Guía ilustrada de la historia moderna. Fondo de cultura económica.

 

Harrison, M. (2010). “Industry and the Economy”. In D. R. Stone (Ed.), The Soviet Union at War, 1941-1945 (pp. 123-137). Pen & Sword.