Heidegger y platón - la existencia del ser cuestionado por la muerte retratado en la película “ghost: la sombra del amor” de jerry zucker.

A lo largo de la historia, los seres humanos dotados de conocimiento han tratado de investigar y comprender su propia existencia a partir de fenómenos particulares como la muerte, el máximo enigma de la vida humana. Esta noción se encuentra presente en el ciclo del hombre partiendo del cese irreversible de las actividades vitales, asimilado con la angustia y una certeza indeterminada notablemente comprometida por el interrogante respecto a la existencia de vida después de que fallecemos.

 

Para abordar esta cuestión, se recurrirán a dos enfoques filosóficos distintos. En un primer momento, la filosofía ontológica existencial de Martin Heidegger, que se centra en el sentido fundamental de la existencia humana (Dasein) frente a la importancia de afrontar la posibilidad de la muerte en la elección de vivir de manera autentica o inauténtica. Simultáneamente, la perspectiva de Platón, que permite evaluar la existencia del alma como un estado inmortal libre de la carga del cuerpo tras la muerte, hasta que su misión esté realmente cumplida abandonará este mundo terrenal.

 

Con el fin de analizar las implicaciones de este problema se elige una escena de la película Ghost -  La Sombra del Amor (1990). La película representa la continuidad de la historia en el espacio y tiempo. Esta retrata al ser humano que es “arrojado” al mundo de tal manera que condiciona su existir por medio de la angustia llevándolo a vivir de manera inauténtica enfrentándose a la inevitabilidad de la muerte. Aún asi, sugiere la idea de que el alma puede sobrevivir en el mundo de los vivos después de la muerte del cuerpo y continuar su existencia en un estado espiritual. De este modo se analizará la siguiente pregunta - ¿En qué medida la noción de existencia propuesta por Heidegger es compatible con la visión del cuerpo y el alma que desarrolla Platón como comprensión del concepto de la muerte?

 

Ahora bien, para dar respuesta a este planteamiento, se emplearán como fuentes primarias el libro Ser y Tiempo, escrito por Martin Heidegger en 1927, y la obra clásica Fedón o Sobre el alma, escrito por Platón alrededor del año 387 a.c. Principalmente, el ensayo se estructurará en tres partes: en la primera se explicará ciertos puntos clave de la Teoría Existencialista de Heidegger y la Teoría de la Inmortalidad del Alma propuesta por Platón. En la segunda parte, se realizará una comparación y contraste entre las dos teorías con el propósito de analizar la compatibilidad de cada visión en relación con el estímulo filosófico seleccionado. Para lograr esto, con base a las evidencias de los autores se discutirá este ensayo manteniendo un enfoque en cuanto a los conceptos de existencia autentica e inauténtica y alma inmortal frente a la posibilidad de la muerte que permitan proponer una posible respuesta a la pregunta planteada.

En la necesidad de comprender la noción de la muerte, el destacado filósofo alemán Martin Heidegger nacido en 1889, se centra de manera particular en el estudio de la existencia humana en relación con la cuestión del ser,

 

En su misión de retomar las ideas que se habían perdido desde el periodo clásico,  desarrolla la Teoría Existencialista que lleva a repensar el papel de la filosofía plasmado inicialmente en el libro “Ser y Tiempo” donde Martin Heidegger aborda el Dasein conocido como el “Ser Ahí”, que refiere a la comprensión explicita del sentido del ser en cuanto a que la esencia del hombre es su existencia, a partir de ello se menciona como el ser del hombre esta referido a posibilidades; existir en el mundo y actuar sobre las cosas. En otras palabras como señala Vattimo (1985) existencia, Dasein, ser en el mundo, se pueden considerar sinónimos teniendo en cuenta los tres conceptos indican el hecho de que el hombre está situado de manera

 

“dinámica”. Esto implica que el hombre en el Dasein adquiere un carácter de proyecto, como aquello que constituye su poder verdadero ser (pp. 27-28). Ahora bien, precisamente el ser se determina a través de la continuidad en el tiempo y en el espacio, el ser humano al encontrarse “arrojado” en este mundo se ve obligado a enfrentarse a su propia existencia. Entre todos los posibles presentes en  la constitución del ser, “la muerte es la posibilidad más propia del Dasein teniendo en cuenta afectara en su mismo ser, en su esencia misma de proyecto” (Vattimo, 1985, p. 48), un recordatorio de una única certeza en la vida basada en confrontar la finitud de nuestra existencia. Además, está caracterizada por el hecho de que más allá de ella nada más le es posible al Dasein como ser en el mundo.

 

En este sentido, a la hora de enfrentar la muerte, el Dasein puede ser autentico o inauténtico lo cual se basa en la elección de cómo vivir la existencia, teniendo en cuenta la ausencia de vida después de la muerte como cese definitivo. La inautenticidad implica negar y desviar la atención de la responsabilidad de nuestra existencia donde “el hombre en su afán de esquivarse de esa realidad (la muerte) que lo amenaza mortalmente se refugia en distracciones o placeres superficiales” (Montiel, 2013, p. 33), es decir busca consciente o inconscientemente huir de sí mismo y es incapaz de abrirse verdaderamente a las cosas y su destino.

 

En contraparte, la autenticidad se detalla como la eión a la propia muerte “equivale a la aceptación de otras posibilidades en su naturaleza de puras posibilidades”(Vattimo, 1985, p.49), la vida es finita donde todas las posibilidades que se presentan son temporales y no definitivas, esto a su vez permite comprender que el cuerpo es una parte integral del ser-en el mundo y de la propia existencia que inevitablemente debemos ser conscientes de esta conclusión.Frente a esta percepción, puede contrastarse con el pensamiento del filósofo Platón dentro de su propuesta enmarcada en la Teoría de la Inmortalidad del Alma, refiere a como la existencia del ser humano se constituye en una realidad dual compuesta por el cuerpo material y el alma que es inmortal. La existencia del alma se considera eterna e inmutable a diferencia de lo planteado por Heidegger frente a la existencia del cuerpo como temporal y cambiante. La muerte no es vista como una amenaza dado que la existencia humana esta destinada a alcanzar la sabiduría y la virtud al ascender a lo que sería un nivel superior, dependerá de cada circunstancia propia de la vida terrenal la cual dará significado a la vida en el tiempo limitado desde la existencia corporal que tiene un propósito en específico.

 

Con el fin de responder este planteamiento en relación a la noción de existencia propuesta desde dos diferentes pensadores frente al fenómeno de la muerte, se va a tomar la película Ghost - La Sombra del Amor del director y productor de cine estadounidense, Jerry Zucker. Esta obra cinematográfica presenta la historia de amor entre Sam Wheat, un banquero de Nueva York y su novia, Molly Jensen, la cual se ve inesperadamente interrumpida por el asesinato del protagonista en un intento de robo. A partir de ahí, la película explora la idea de existencia después de la muerte, en la que presenta a Sam como un fantasma que aún tiene una misión en el mundo de los vivos, en el que lucha por establecer comunicación con Molly para protegerla de los peligros y descubrir la verdad detrás de su muerte.

 

La primera escena seleccionada entre el minuto 9:30 y 11:30 presenta como el protagonista se encuentra inmerso en múltiples preocupaciones en relación con la compañía: las transacciones, los movimientos de cuentas e incluso el mismo ascenso, mientras su novia indaga. Se tiene el pensamiento de que “siempre sucede que cuando consigue algo bueno, existe el temor de perderlo”, al ver la televisión aparece una noticia de un accidente aéreo que causó muchas muertes, lo que le provoca miedo y piensa que lo mejor es cancelar su vuelo a Los Ángeles frente a la posibilidad de la muerte y su mala fortuna.

 

Ahora bien, en la escena que transcurre entre el minuto 49:27 y 54:20, teniendo en cuenta como antecedente el asesinato de Sam posiblemente por causas del cargo que desempeñaba en la compañía de inversiones frente a los secretos descubiertos. A pesar de esto, el espíritu de Sam en forma de fantasma se comunica con una médium aparentemente falsa que estafa a sus clientes, Oda Mae Brown, esta en realidad si tiene poderes sobrenaturales. Es allí donde Sam directamente logra interactuar con el mundo de los vivos, por medio de Oda Brown le grita “Idem” para explicarle la presencia de su ser y le advierte a Molly que está en peligro a causa del hombre que cometió el crimen. No obstante, Molly Jansen no cree en la vida después de la muerte y si es asi no entiende por qué volvió, el fantasma trata de mostrarle y hacerle entender la verdad de su asesinato tras sus descubrimientos.

 

Teniendo en cuenta lo previsto por Platón, se puede analizar la separación del alma del cuerpo en el personaje Sam Wheat, en este caso la muerte sorprende al hombre de modo que se aproxime a lo desconocido a pesar de que Molly se “imagina que cuando el alma ha abandonado el cuerpo, ella desaparece o se desvanece como vapor”(Platón, 387 a.c, p.12), a pesar de la corrupción que caracteriza al cuerpo del ser que le impide al alma saber la verdad, esta se ha adaptado y es necesario que exista después del fallecimiento material del cuerpo. En este sentido, la inmortalidad del alma de Sam le permite librarse de los males que afligen a la naturaleza humana, en medio de todo esto es consciente que en vida cometió errores y está tratando de hacer algo por otro cuerpo, no por si mismo. El espíritu no se ve más restringido por la corrupción de su cuerpo, las guerras precedentes por amontonar riqueza, ya que se ha desprendido de una cárcel temporal que le impide encontrar la verdad; información comprometedora (actividades ilícitas) de uno de sus colegas como causa de su asesinato. Como refiere Oda Mae Brown (citado en Ghost: La sombra del amor) “ Él está trabado entre un mundo y otro. Sucede a veces que al espíritu lo tironean tan rápido que él siente que aún tiene cosas por hacer”, su existencia en este mundo terrenal se encuentra determinada por sus pasiones; ayudar a Molly, lo que constituye su esencia permitiendo perfeccionarse a si mismo hasta tal punto que cumple su misión y le permitirá descansar.

 

Frente a la propuesta de Heidegger, se puede tomar la noticia de los muertos en el accidente del avión como punto de partida. Sam demuestra un modo de vivir auténtico en el que a pesar de estar absorbido por las preocupaciones diarias, es consciente de su propia muerte y de la fragilidad de la vida. Lo anterior se justifica en el sentido que “la muerte posibilita las posibilidades, poniéndola en posesión del Dasein que no se aferra a ninguna de ellas, pero que se inserta en el contexto del proyecto propio de la existencia” (Vattimo, 1985, p.50) y es allí donde es difícil de aceptar y se niega mientras otros asumen que en algún momento se va a morir (el ser), en fin la idea de la muerte se posterga que al estar tan adelante, el hombre puede llegar a sentirse inmortal considerando el Dasein que está presente en el mundo actual. Una vez se acepta la inevitabilidad de la muerte, Sam toma busca tomar las decisiones más auténticas basadas en su proyecto de vida a pesar de que en cierto modo acciones como buscar cancelar su vuelo es un ejemplo de inautenticidad en el que es “incapaz de abrirse verdaderamente a las cosas en su esencia de posibilidades” (Vattimo, 1985, p. 51) trata de posponer su muerte.  En este sentido, el hombre como “ser ahí” coincide en que “la muerte está caracterizada por el hecho de que más allá de ella nada le es posible como ser en el mundo” (Vattimo, 1985, p.48), por lo tanto comprende la importancia de las relaciones con otros seres “arrojados” al mundo y de su propia capacidad para hacer bien en el mundo en ese intento de reflexionar sobre el sentido de la existencia.

 

En conclusión, se hace posible establecer que la noción de existencia propuesta por Heidegger y Platón a la hora de comprender el fenómeno de la muerte puede ser compatible hasta cierto punto, a la hora de contrastar que si bien Martin Heidegger plantea este evento como una de las posibilidades más propias del “ser ahí” dejando en claro que este representa un limite absoluto de la existencia, a diferencia de Platón, que al sostener la independencia de las entidades cuerpo y alma al momento de la muerte, que pueden dar lugar a otras maneras de existencia en forma de “espíritu” hace parte de la esencia propia del ser humano. A partir de ello, remitiéndose a la obra cinematográfica elegida respecto a la posibilidad e inmediatez de la muerte, ambos coinciden en la trascendencia del momento de la muerte como recurso para reflexionar sobre el sentido de la vida en relación a las responsabilidades de las acciones y decisiones que concede una gran importancia que desvela la relación del hombre con el mundo, por consiguiente, la existencia como mortal o como espíritu tiene un propósito en el “proyecto” de cada ser que en su posterior cumplimiento o satisfacción revelará el hecho ineluctable de la finitud.

Gosetti-Ferenzzi, J. (2017). Muerte y Autenticidad: Reflexión sobre Heidegger, Rilke y Blanchot. Scielo. https://cutt.ly/iA2zezc

 

Heidegger, M. (1927). Ser y Tiempo. (1ed). (Trad. J. Rivera). Editorial SMC Press. https://cutt.ly/BA2zdik

 

Páramo, V. (2010). El eterno dualismo antropológico alma-cuerpo: ¿Roto por Laín? Universidad de Valencia (España). https://cutt.ly/GA2zTyR

 

Platón. (387 a.c). FEDÓN O ACERCA DEL ALMA. Escuela de Filosofía Universidad ARCIS. https://cutt.ly/k4fZIEv

 

Vattimo, G. (1985). Introducción a Heidegger. (Trad. A. Báez). Gedisa Editorial. (Original en italiano, 1985). https://cutt.ly/o4fLx4m

 

Zucker, J. (1990). Ghost - La sombra del amor. Estados Unidos. Paramount Pictures Studios. https://cutt.ly/ZA2xnUC